El sector del comercio electrónico y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha resultado ser uno de los menos perjudicados globalmente por la crisis de la COVID-19. De hecho, la pandemia le ha supuesto una gran oportunidad de crecimiento a escala global, gracias, entre otras cosas, al auge del trabajo en remoto. Los países nórdicos no solo no han sido una excepción a esa tendencia, sino que más bien se han erigido en su vanguardia internacional. Mientras que Dinamarca es uno de los países con mayor inclusión digital, alcance de fibra óptica y número de compras desde dispositivos móviles por habitante, Finlandia está considerado el segundo país más innovador del mundo, gracias a la I+D financiada por su Gobierno y a sus competencias TIC de clase mundial, y es el Estado más digitalizado de UE . Ambos Estados están entre los primeros del mundo en índices de población activa dedicada a empleos relacionados con las TIC (entre el 7 y el 8 %). El mayor porcentaje de población de entre 16 y 74 años con nociones digitales básicas se encuentra, de hecho, en Finlandia (79%).
Entre las áreas de oportunidad de negocio que plantea actualmente el sector para las empresas andaluzas en ambos países se encuentran las siguientes:
• ‘Smart cities’ y economía colaborativa (‘car sharing’, tráfico eficiente…).
• Despliegue de 5G y de prototipos 6G.
• Innovaciones en el sector financiero (Fintech, criptomonedas).
• Internet de las cosas (comunicación entre máquinas, construcción, coche autónomo, sistemas de control).
• Centros de datos con impacto medioambiental mínimo.
• Digitalización de empresas e instituciones.
• Aprovechamiento de apoyos públicos en el marco de los programas de desarrollo nacional.
• Vanguardia en inteligencia artificial (IA), ‘machine learning’ y e-commerce.
• Sistemas de gestión para convertir el calor residual de centros de datos en energía para calefacción doméstica, en el contexto de la crisis energética.