La economía iraní posee las segundas reservas probadas de petróleo y gas más grandes del mundo, y continúa siendo un mercado de consumo grande y poco penetrado, de unos 85 millones de habitantes y una renta per cápita de 18.739 USD.
El país ha iniciado el desarrollo de la infraestructura necesaria para desarrollar soluciones inteligentes e innovadoras, específicas para el específico contexto urbano persa, y ahora está en camino de establecer una «transformación inteligente» como un proceso para implementar tecnologías e infraestructura de TIC para afrontar los desafíos urbanos locales.
El turismo es uno de los sectores con mejores perspectivas de crecimiento. De hecho, con motivo del primer levantamiento de sanciones, Irán realizó previsiones de atraer a más de 20 millones de viajeros anuales para 2025, frente a los cinco millones de aquel momento, lo que propiciaría la creación de nueva oferta hotelera (cuya ampliación se estima en al menos 150 hoteles para responder a la demanda de viajeros) e infraestructuras de transporte.