La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha repercutido en el orden económico mundial desde diferentes prismas. La consecuencia más evidente ha sido el movimiento del flujo de las mercancías y las cadenas de suministros, que anteriormente tenían como epicentro al gigante euroasiático, dando un giro exponencial hacia Cáucaso y Asia Central. En este marco geopolítico y económico, tanto el sector privado como las Instituciones Financieras Internacionales concentran todos sus esfuerzos en fortalecer los lazos con estos mercados, implementando medidas para reducir las barreras arancelarias, apostando por nuevas rutas de transporte (Middle Corridor) y/o invirtiendo en la implantación comercial o productiva en países como Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán o Uzbekistán.
Estas repúblicas, anteriormente en un segundo plano, están protagonizando en el presente un papel crucial en este equilibrio comercial entre Europa y Asia, y están destinadas a protagonizar el desarrollo regional en la próxima década, con crecimientos en 2022 superiores al 5% de media y con cifras muy llamativas como el 10% de crecimiento de Georgia o el 5,7% de Uzbekistán.
Uzbekistán es el principal núcleo agrícola de Asia Central y Cáucaso, convirtiéndose en el líder absoluto en el cultivo y distribución de productos hortofrutícolas. Las exportaciones de Uzbekistán al exterior han alcanzado sus niveles más altos en los últimos tres años, alcanzado unas cifras que superan el billón de USD en 2022. La oportunidad que ofrece el mercado se centra sobre todo en tecnologías de invernadero, accesorios, jardines intensivos y fertilizantes.
Kazajistán tiene una alta demanda interna de productos hortofrutícolas, ya que sus temperaturas son extremas en gran parte del año impidiendo el cultivo a cielo abierto, generando así una demanda insatisfecha en el mercado local. Esto provoca una necesidad de importación de estos productos a altos precios, lo cual ha llevado al gobierno kazajo a promover el desarrollo de proyectos agrícolas intensivos en el país. En el sur del país, por el contrario, es posible encontrar temperaturas más suaves que permiten el cultivo en invernaderos más sencillos y a cielo abierto durante gran parte del año. Las variedades de hueso son de las más demandadas, así como tomate, pepino y lechuga para ensalada.