Inés Rosales suma una nueva filial en Reino Unido y lanza con éxito una innovadora línea de crackers en EEUU

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Andalucía vive un gran momento en los mercados internacionales al alcanzar la cifra récord de 42.958 millones de euros en exportaciones en 2022, con un crecimiento del 24,3% respecto al año anterior y 8.000 millones más que en 2021, último año récord. Esto es gracias a empresas de éxito internacional como la sevillana Inés Rosales, especializada en la fabricación y comercialización de pastelería tradicional andaluza.

Sus tortas de aceite son Marca Andalucía. Conocidas dentro y fuera de nuestras fronteras, el producto estrella de Inés Rosales es el ejemplo de cómo lograr que una empresa centenaria basada en un producto tradicional, no pierda su sello de identidad y sea capaz de adaptarse al siglo XXI.

De sus orígenes, a principios del siglo XX, de aquellos primeros pasos comerciales que comenzó su fundadora Inés Rosales en la localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta, con una receta familiar y mucho tesón como bases para su negocio, hoy se mantienen esos mismo cimientos, a los que han añadido una renovación de la marca y una apuesta por la internacionalización que les ha valido para crecer con solvencia.

En manos de la familia de Juan Moreno desde los años ochenta, la compañía sevillana factura anualmente 16 millones de euros y fabrica 3.000 toneladas de productos, de las cuales, 2.500 son de tortas de aceite y el resto, de otros productos de pastelería andaluza, incluido el hojaldre, que realizan en unas instalaciones fabriles de 14.000 metros cuadrados, ubicada en una parcela de 25.000. “Nuestro objetivo es intentar replicar ese producto que todo el mundo recuerda, haciéndolo de la misma forma, con los ingredientes de primerísima calidad, y haciéndola una a una a mano, como siempre. Eso sí, modernizando lo suficiente el sistema productivo como para poder ser eficientes y competir en el mercado”, apunta el director general de la compañía, Juan Carlos Espinosa.

Precisamente, su salida a los mercados exteriores es uno de los hitos de la empresa, “porque nos ha descubierto valores propios del producto, que quizás inicialmente nosotros no teníamos tanta percepción”, confirma Espinosa. Sus primeros pasos internacionales vinieron de la mano de los emigrantes españoles en países europeos, que demandaban el producto porque al final “la comida es el vínculo, el arraigo que tenemos todos con la tierra”, asegura Marta Torres, directora de exportaciones.

En aquellos inicios, las ventas internacionales representaban “un 10% y ahora hemos doblado ese porcentaje, con varios hitos importantes como la creación de la filial en EEUU o la oficina también en Reino Unido a raíz de la salida del Brexit”. La empresa exporta ya a treinta países, a una docena de ellos de manera continuada, entre los que destacan EEUU, “que ya representa el 18% de nuestras exportaciones porque hemos visto que el mercado anglosajón ha recibido muy bien la torta. De hecho, ahora “hemos lanzando una nueva línea de crackers que está teniendo muchísima aceptación”, prosigue la directiva.

A estos destinos, se suman otros más tradicionales en “la Europa continental, como Francia, Bélgica, Alemania y Suiza, que son los principales mercados para nosotros”, continúa Torres.

En su trayectoria internacional, han contado con el apoyo de la Junta de Andalucía, a través de Andalucía TRADE. “Nosotros nos nutrimos de todos los servicios que ofrece. En formación, en consultoría, hemos hecho agendas y misiones comerciales. Creo que a las empresas nos ayuda muchísimo porque te focalizan y te dan un trato cercano y, aun siendo un ente institucional, tienen una visión empresarial”, prosigue Marta Torres.

La empresa sevillana, que mira al futuro con optimismo, sigue trabajando para crecer y “sabiendo que la torta es nuestro producto estrella, queremos hacer un fondo de surtido y complementar la gama”, concluye la directora de exportaciones.

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