Uno de los momentos memorables en la obra de Shakespeare, se produce con el soliloquio de Hamlet y su archiconocido “Ser o no ser, esa es la cuestión”, que muestra la lucha existencial que el citado personaje está librando en su interior. Algo similar les ocurre a numerosos empresarios y/o directivos cuando deciden enfrentar la decisión trascendental que implica salir de la zona de confort; de ese entorno conocido en el que “se han inventado”, crecido y consolidado, para abrir nuevas rutas comerciales con el objeto de dar a conocer sus productos o servicios más allá de las fronteras de su mercado de referencia. ¿Internacionalización o no internacionalización?, he ahí la cuestión.