El asesino energético de las naciones europeas, el “Globalismo UE” (Parte 2)

La agenda 2030 de la UE se convierte en un suicidio energético

El plan estaba claramente trazado por Bruselas, pero en esto llega Vladímir y lo fastidia todo. Resulta que la opción más fácil para renunciar al carbón y a las nucleares, convirtiendo en los más verdes del planeta, es el gas por su comodidad de transporte y eficiencia. El gas que suministró Rusia a la UE en 2021 suponía el 62% de la factura europea. Como ejemplo, y no es el más dependiente dentro de Europa, Alemania obtenía de Rusia el 40% del gas que utiliza para generar electricidad. Sin este, corre serio riesgo de entrar en recesión, recortando en la actualidad su crecimiento a 2,2% para 2022, lo que supone una merma importante a su recuperación postpandemia, además de atemorizar a su población frente a un invierno de temperaturas insufribles con restricciones eléctricas. Por todo esto, la UE busca en Asia y África una solución a su problema de abastecimiento. Mientras, Europa apoya a Rusia en su guerra con 108.000 millones de euros de su factura gasística (2021), al tiempo que a Ucrania le ha proporcionado poco más de 1.000 millones.

La solución argelina tampoco parece la óptima. Si sumamos que el Gobierno español en manos de la extrema izquierda ha conseguido romper el Tratado de Amistad y Cooperación, a que el eje Alemania-España-Francia apoya la resolución autonómica de Marruecos, el tema parece complicado. Francia a su vez tampoco está interesado en canalizar gas argelino a aquellos países que le compran energía nuclear. Por lo que el tiro en el pie que nos ha dado el Gobierno Sanchez a los españoles, que es capaz de hacer enemigos en los dos lados del conflicto, nos deja a los pies de los caballos una vez más.

El asesinato de la soberanía, pero solo de algunos países

Y esta es la situación a la que nos ha llevado la imposición globalista de la UE. Se nos prohíbe explotar nuestros recursos energéticos, salvo las renovables claro está, se nos obliga a depender de lo que dicten desde Bruselas, nos endeudan por varias generaciones para imponer una transición energética que dispara costes e inflación, y el resultado es que nos encontramos en un atolladero sin salida a remolque de la UE y de sus dignatarios globalistas. Mientras, cuando surgen los problemas reales cada uno de los grandes barren para su casa, pero nos dejan a los más pobres la absurda obligación del Pacto Verde Europeo y una deuda insostenible, al mismo tiempo que los demás salvan los muebles como pueden, una vez más. Alemania autoriza la reapertura de 27 centrales de carbón hasta 2024, para asegurarse el suministro eléctrico. En Francia Macron llama al “renacimiento de la industria nuclear francesa”, y decreta que “ningún reactor nuclear capaz de producir sea cerrado en el futuro (…) salvo por motivos de seguridad” sumando 14 nuevos reactores nucleares a los 126 instalados en el país gabacho. Ellos si pueden sortear el globalismo, España no.

Entretanto, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, nos pide que aceleremos nuestra agenda de implementación de energías renovables e hidrogeno verde. Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, declara que España comparte las medidas adoptadas por la Unión Europea para apostar por la transición energética, a pesar de que “siempre es complicado” acelerar este proceso, pero por si lo anterior fuera poco, declara que “más Europa, más sostenibilidad y más rapidez en la transición energética” es el camino para salir de la crisis.

Las posibles soluciones para España pasan ineludiblemente por recuperar la soberanía nacional

Si algo es evidente es que hay soluciones, y que estas pasan inevitablemente por alejarnos del seguidismo paleto y provinciano a una UE, que en lugar de proteger a sus ciudadanos persigue únicamente su agenda globalista. Si queremos dejar de ser el que más “collejas” recibe en el patio de recreo de la UE, tenemos que tomar las riendas de nuestro país de una vez por todas. Dejar de escudarnos indolentemente en la transmisión de nuestras responsabilidades hacia el hermano mayor y recuperar la soberanía de nuestras decisiones. El estado, cualquier estado, es el único responsable ante si mismo y ante sus ciudadanos, de garantizar el correcto aprovisionamiento de todos los recursos necesarios para su sostenimiento. Así como del eficaz funcionamiento de los servicios que tiene obligación de prestar. No cabe la cesión de su soberanía en la Constitución Española según dicta el articulo 1 en su apartado 2º, por muchos marcos legales y regulatorios que se inventen. Por lo tanto y de una vez por todas, recuperemos la tutela del estado como hacen Francia, Alemania y todos aquellos que defienden su soberanía nacional. Y no hablamos únicamente de la soberanía energética, la alimentaria, educativa, regulatoria y tantas otras entregadas a los lobbies europeos para que se enriquezcan a costa de nuestra pobreza. Podría seguir enumerando problemas y soluciones pertinentes al imperio globalista que nos subyuga, pero dejaremos descansar a nuestros lectores hasta la próxima entrega.

Raúl Morales Consorcio ATD OFICOMEX

Edited and posted by Antonio Arévalo Vázquez

El asesino energético de las naciones europeas, el “Globalismo UE” (Parte 1)

En este artículo pretendo únicamente poner en contexto la situación del sector energético en Europa y como la Unión Europea nos ha conducido a una debacle económica internacional, asesinando sin piedad alguna la soberanía de los países que se han plegado a su agenda globalista.

Los acuerdos vinculantes de la UE sobre energía y emisiones

Empezamos analizando el marco regulatorio por el cual la UE, como firmante del Acuerdo de Paris se comprometió en 2015 a reducir las emisiones de carbono en al menos un 55% antes de 2030, en relación con las que emitía en 1990. Para ir algo más allá, que podrían parecer escasos y cobardes los objetivos globalistas de la UE, en diciembre de 2019 pone en marcha el Pacto Verde Europeo (European Green Deal, EGD). Por supuesto, empaquetado con un lazo de buenismo “inclusivo y justo”, que nos propone acciones tan ejemplarizantes y fundamentales para nuestros países, como “suministrar energía limpia a un transporte descarbonizado” o “transversalizar la economía circular”, pero a lo que obliga es a eliminar el 100% de las emisiones en 2050. Recordemos que este es un acuerdo jurídicamente vinculante y universal, aunque no firmado por todos los países del mundo. Por supuesto, esto obliga a todos los países miembros a adherirse a su Agenda Global de Acción Climática al coste económico que sea necesario para cada uno de ellos. En la práctica esto viene a significar que desde Europa se decide la procedencia de la energía que podemos usar y de cual no, para nuestra industria, nuestros hogares y para todos los procesos productivos de cada nación. Bueno, aquí el concepto nación queda más bien reducido a sujeto pasivo susceptible de ser multado si incumple, ya que no tiene mayor poder de decisión que suscribir lo pactado por la UE mientras ve aniquilada su soberanía.

Lo más curioso es que la cuota de emisiones que se generan desde la UE es tan solo del 8% de las totales del planeta, y pese a todo, los globalistas de la UE nos obligan a realizar esta reducción a costa de las fuertes inversiones que le supone a la escasa industria que nos queda. Aunque menos nos va a quedar, si los precios siguen subiendo como resultado de estas inversiones y por tanto dejan de ser, competitivos.

La pandemia como excusa para endeudar a los europeos por y para la Agenda 2030

Para agudizar la situación, en plena pandemia del Covid-19 la Comisión ve una oportunidad para impulsar su agenda política, mientras sus ciudadanos miran la ruina a los ojos, ven cerrar sus empresas, perder sus puestos de trabajo y paralizar sus países. Así que como estamos arruinados, por supuesto unos países más que otros, vamos a impulsar las economías de los estados miembros con un auténtico tsunami de dinero que arranque de nuevo la producción y nos haga volver a la “senda del crecimiento”. Sin ninguna duda el globalismo de la UE está gestionado por los más listos de la clase. Porque esta fue la justificación para que el Consejo Europeo autorizara a la Comisión Europea a acudir al mercado para financiarse hasta un monto total de 750.000 millones de euros, ampliados hasta los 806.900 millones, los famosos Next Generation EU. Para entender la excepcionalidad y magnitud de este instrumento financiero cabe compararlo con los famosos fondos que la UE reparte entre los estados miembros y los gobiernos españoles siempre esgrimen para justificar nuestra pertenencia a la misma. La dotación presupuestada en el 9º Acuerdo Marco, Horizonte Europa (2021-2027) vigente en la actualidad, alcanza un importe de 96.000 millones de euros de inversión durante los mencionados 7 años. Pues estos son tan solo un 12,8% de los fondos que Next Generation EU va a poner en circulación en el mercado comunitario en tan solo 6 años.

La pregunta que procede es, ¿a qué podemos dedicar este dinero? y en la respuesta está la “madre del cordero”. Se han fijado 4 ejes de actuación alineados con los ODS de Naciones Unidas y la Agenda 2030. Lo que quiere decir que la mayor parte se irá en proyectos que impulsen la descarbonización. Ah, por cierto, no sé si he comentado que esta ingente cantidad de dinero no es maná que cae del cielo a los justos, ni tampoco crean que lo aportan las grandes corporaciones globalistas o que los altos dignatarios se rascan el bolsillo, no. Es una deuda. Una deuda que recae sobre las espaldas de cada uno de los contribuyentes europeos, para imponer de forma definitiva la agenda climática y ecológica y resiliente y digital e igualitaria, ah, y justa.

Raúl Morales Consorcio ATD OFICOMEX

Edited and posted by Antonio Arévalo Vázquez

El Fondo de Recuperación Next Generation EU. (parte III)

Destino de los Fondos

En primer lugar, cabe destacar que la Comisión Europea evaluará los Planes Nacionales entregados por los Estados Miembros, con el objetivo de estudiar y supervisar la eficiencia de estos en la eficaz resolución de las dificultades que atraviesan las economías en crisis. Por otra parte, analizará si estos planes están en consonancia con las recomendaciones que la Comisión ha realizado a los Estados en el pasado y si abordan medidas orientadas a una transición ecológica y digital; fortalecen el potencial de crecimiento, la creación de empleo y la capacidad de recuperación económica y social.

Para que se inicie el desembolso de los fondos, el Comité Económico y Financiero del Consejo deberá emitir un informe favorable sobre el cumplimiento de las metas y objetivos del Plan.

La Comisión Europea ha marcado 7 ejes sobre los que actuar, independientemente de las características específicas de las economías de cada Estado, por su potencialidad en la creación de empleo y crecimiento.

  1. Activación: puesta en marcha temprana de tecnologías limpias y aceleración del desarrollo y el uso de las energías renovables.
  2. Renovación: mejora de la eficiencia energética de los edificios.
  3. Carga y repostaje: fomento de tecnologías limpias para acelerar el uso de un transporte sostenible, accesible e inteligente.
  4. Conexión: despliegue rápido de servicios de banda ancha rápida en todas las regiones y hogares, incluidas las redes de fibra y 5G.
  5. Modernización: digitalización de la Administración y los servicios públicos.
  6. Ampliación: aumento de las capacidades industriales en materia de datos en la nube y desarrollo de procesadores de última generación y sostenibles.
  7. Reciclaje y perfeccionamiento profesionales: adaptación de los sistemas educativos en apoyo de las competencias digitales y la educación y formación profesional a todas las edades.

El Gobierno de España por su parte ha fijado 4 ejes sobre los que pivota su Plan de Recuperación.

  1. La transición ecológica.
  2. La transformación digital.
  3. La cohesión territorial y social.
  4. La igualdad de género.

Como base del Plan y con el objetivo de impulsar y contribuir a estos 4 ejes, se marcan 10 “políticas palanca” integradas por 30 proyectos o líneas de actuación en inversión y regulatorias, que deben contribuir a los objetivos tanto de los ejes como de las políticas. Cada uno de los proyectos deberán definir sus metas, hitos intermedios, beneficios esperados y coste.

  1. Agenda urbana y rural. Cohesión territorial.
  2. Infraestructuras y ecosistemas resilientes.
  3. Transición energética justa e inclusiva.
  4. Administración pública del siglo XXI.
  5. Modernización y digitalización del ecosistema industria-servicios y de la pyme, impulso al emprendimiento.
  6. Pacto por la ciencia y la innovación; refuerzo del Sistema Nacional de Salud.
  7. Educación y formación continua, desarrollo de capacidades.
  8. Nueva economía de los cuidados y políticas de empleo.
  9. Impulso de la industria de la cultura y el deporte.
  10. Modernización del sistema fiscal.

Estos fondos se encuentran incluidos en el Plan Presupuestario 2021-2023 y se incluye en los Presupuestos Generales del Estado para 2021, que ya incorporan 27.436 millones de euros en transferencias no rembolsables provenientes del Fondo de Recuperación Next Generation EU.

Raúl Morales del Piñal de Castilla UTE OFICOMEX-ATD

14/09/2021

(Fuente: Gobierno de España, Next Generation EU)

El Fondo de Recuperación Next Generation EU. (parte II)

Reparto de los Fondos

La Unión Europea centra sus esfuerzos en recuperar el crecimiento de las economías de los Estados Miembros, así como volver a las tasas de empleo anteriores al COVID-19 y todo esto con el objetivo de impulsar un crecimiento sostenible. Para ello el Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) se ha fijado 4 ejes de actuación muy en consonancia con los ODS de Naciones Unidas. La cohesión económica, social y territorial de la Unión, la transición a una economía ecológica y digital, la resiliencia y capacidad de adaptación de sus miembros. Y, por último, aunque no menos importante, amortiguar las consecuencias de la crisis provocada por la pandemia en las economías y sus ciudadanos.

La EU pretende garantizar un apoyo financiero a los Estados Miembros en función del deterioro económico provocado por la pandemia. Por lo tanto, la base fundamental sobre los que realiza los cálculos redistributivos entre los distintos Estados, es la medida en que ha afectado a la economía de cada uno de ellos, las restricciones de la actividad para combatir el COVID-19.

Para realizar estos cálculos, el Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) ponderará dos factores sobre los que otorgará los fondos. El primero tomará como base los indicadores económicos previos a la pandemia y sobre estos asignará un 70% de la partida destinada a cada estado. El segundo, el 30% restante, será asignado en base a los indicadores de la evolución económica entre 2020 y 2022, año este último en que se fijará la cuantía exacta de estos.

Como primera premisa, a los Estados Miembros se les exige la redacción de un Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia que diseñe con que proyectos de inversión y reformas se pretenden alcanzar los objetivos marcados en el plan. Sin perder de vista los ejes vertebradores definidos en la Estrategia Anual de Crecimiento Sostenible: la sostenibilidad medioambiental, la productividad, la equidad y la estabilidad macroeconómica.

El Gobierno Español estima que recibirá aproximadamente 60.000 millones de euros en concepto de transferencias no reembolsables y un máximo de 80.000 millones de euros en préstamos. Estas estimaciones se han calculado en función de los indicadores que el gobierno ha considerado que se aplicarán para la realización de los cómputos de distribución de los fondos del MRR.

El primer tramo del MMR, correspondiente al 70% de las transferencias no reembolsables, deberá ser transferido por la CE entre los años 2021-2022. Mientras que el segundo tramo correspondiente al 30% de las anteriores, deberá ser transferido íntegramente en 2023 y tendrá un plazo de ejecución obligatoria que durará hasta el 2026.

La estimación que baraja el Gobierno de España sobre los fondos que recibirá del REACT UE ronda los 12.000 millones de euros para el periodo 2021-2022 y estos deberán ser ejecutados obligatoriamente durante los mismos.

El Gobierno de España pretende acelerar la economía poniendo en el mercado el máximo disponible correspondiente las transferencias no reembolsables, estimado en 70.000 millones de euros. La intención declarada, es optimizar este esfuerzo lanzando la totalidad de los fondos en tan solo tres años, 2021-2022-2023. Sirviendo esta inyección en la economía como motor de arranque de la misma. Con posterioridad a esta, pretende solicitar los prestamos reembolsables que puedan sostener el ritmo que se proyecta alcanzar.

Raúl Morales del Piñal de Castilla UTE OFICOMEX-ATD

(Fuente: Gobierno de España, Next Generation EU)

El Fondo de Recuperación Next Generation EU. (parte I)

La constitución del Fondo

La pandemia del COVID-19 ha provocado una crisis sin precedentes a nivel mundial que amenaza con el colapso de las economías de gran número de países. El mundo se encuentra ante una situación excepcional por varios motivos, el primero de ellos es la falta de experiencia ante situaciones similares y por lo tanto la carencia de fórmulas de éxito aplicables para la salida de esta. El efecto tractor de las economías más potentes no es suficiente, pues carecen del músculo necesario para tirar de las débiles como sucedió en ocasiones precedentes, al estar afectadas también estás por la pandemia. Todo ello provoca un efecto dominó que hace tambalear los cimientos de las sociedades, tanto avanzadas como poco desarrolladas.

Para Europa esto constituye un desafío de proporciones históricas. La UE y los Estados miembros que la conforman, se han visto obligados a adoptar medidas de emergencia con el fin de evitar el colapso de sus economías al tiempo que salvaguardan la vida de sus ciudadanos. Esto motivó que el Consejo Europeo autorizara a la Comisión Europea a acudir al mercado para financiarse hasta un monto total de 750.000 millones de euros a favor de la Unión Europea, con la intención de dar una respuesta conjunta a las necesidades de las economías de sus países miembros. 

El 21 de junio de 2020 se acordó crear un instrumento que canalizará estas ayudas a través del Fondo de Recuperación Next Generation, el cual facilitará a sus miembros transferencias no reembolsables por un importe máximo de 390.000 millones de euros y prestamos reembolsables por 360.000 millones de euros.

Para entender la excepcionalidad de este instrumento financiero cabe compararlo con la dotación presupuestada en el 9º Acuerdo Marco, Horizonte Europa, por un importe de 96.000 millones de euros, tan solo un 12,8% de los fondos que Next Generation va a poner en circulación en el mercado comunitario.

Next Generation contará a su vez con varios instrumentos canalizadores de estos fondos, siendo los de mayor potencia:

El Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) que se conforma como eje central del Fondo de Recuperación con una dotación de 672.500 millones de euros, de los cuales 360.000 millones se destinarán a préstamos y 312.500 millones de euros se constituirán como transferencias no reembolsables. Su finalidad es apoyar la inversión y las reformas en los Estados Miembros para lograr una recuperación sostenible y resiliente, al tiempo que se promueven las prioridades ecológicas y digitales de la Unión.

El REACT EU está dotado con 47.500 millones de euros. Los fondos de REACT EU operan como fondos estructurales, pero con mayor flexibilidad y agilidad en su ejecución. REACT EU promoverá la recuperación ecológica, digital y resiliente de la economía.

De esta forma la Unión Europea pretende convertirse en el motor de arranque de las economías de los países que lo conforman inyectando liquidez en sus mercados, paralizados por los efectos de esta crisis mundial.

Raúl Morales del Piñal de Castilla UTE OFICOMEX-ATD

17/09/2021

(Fuente: Gobierno de España, Next Generation EU)