De donde nace el deseo de implantase en el exterior.

Actualmente, hablar de multinacionales es hacer referencia a aquellas empresas que controlan directamente filiales en al menos un país extranjero, de las que poseen la mayoría del capital social. Como consecuencia, una empresa doméstica se convierte en multinacional cuando realiza una inversión directa en un mercado exterior que organiza jurídica y económicamente a través de unidades empresariales llamadas filiales, sucursales o subsidiarias.

Pero la pregunta clave es: ¿De dónde nace el deseo de una empresa de implantarse en un mercado internacional?

Son muchas las razones por las que, desde la segunda guerra mundial, las empresas han ido expandiendo y consolidando sus negocios en los mercados internacionales. Una primera razón puede ser el mercado exterior concreto y sus oportunidades: un mercado que presente grandes oportunidades para una empresa de un sector específico por su tamaño, sus necesidades propias, las características de sus consumidores, entre otros. Una segunda razón puede ser la búsqueda de procesos de fabricación más innovadores o la búsqueda de tecnología puntera para adaptarla a nuestra empresa y seguir avanzando a buen ritmo en nuestro sector. Una tercera razón puede ser la situación y las características del mercado: existen mercados con un índice “Doing Business” deseable que brindan protección a las inversiones extranjeras, unas condiciones fiscales ventajosas sin tratarse de un paraíso fiscal, un marco legal consolidado, y/o una situación política y diplomática estable. Como éstas, existen muchas otras razones que pueden incentivar a una empresa a implantarse en un país concreto.

A pesar de las razones mencionadas, al igual que en el comienzo de un proceso de internacionalización, el planteamiento y ejecución de un Proyecto de Implantación tiene que nacer de forma natural dentro de la propia empresa y entre sus dirigentes. Esta es una de las claves para un Proyecto de Implantación exitoso. Es decir que tiene que ser una idea que provenga de razones como las altas capacidades y recursos de la empresa (primera cualidad principal de las mayores multinacionales del mundo),  razones derivadas del producto o servicio de la empresa que debe destacar sobre el de los competidores (por ejemplo, un producto innovador patentado con alto contenido tecnológico), o razones derivadas de la supervivencia de la empresa que de éste modo le empuja a los mercados internacionales para tratar de captar mayor cuota de mercado y seguir desarrollándose como empresa.

Han sido muchos los casos en los que las empresas se dan cuenta de que fabrican un producto o prestan un servicio con unas cualidades realmente superiores a las de sus competidores, o directamente un producto inexistente en otros mercados. En muchos casos, y más hoy día con la importancia del e-commerce, los mercados exteriores comienzan a demandar productos a una empresa que aún no se ha internacionalizado solo porque no han encontrado ese producto o servicio en su mercado a un precio tan competitivo o con unas características específicas que destacan y lo seducen.

Por otro lado, y a modo informativo, existen muchas más claves a la hora de idear una implantación internacional, aunque no estén directamente relacionadas con lo tratado anteriormente. En este sentido, la empresa con deseo de implantarse en el exterior deberá estudiar y decidir si, por ejemplo, irá como empresa extranjera en solitario o de la mano de un socio local. Otra clave estratégica de la implantación viene del establecimiento del accionariado y la estructura societaria idónea para la empresa concreta. Otra clave adicional tiene que ver con la forma de gestión de la empresa implantada, entre muchas otras claves a considerar. Concluyendo, la forma ideal de plantear y ejecutar un proyecto de Implantación debe surgir de las entrañas de la empresa, de sus capacidades, sus recursos, su producto y/o servicio, o del alto interés y demanda de un mercado exterior que no ofrece ese producto y/o servicio con tales características y precio a los consumidores.

Melchor Reyes Callejas, Consultor Ecosove / KBK International